Teniendo en cuenta los tiempos que corren, cualquier aventura empresarial podría antojarse como algo en extremo arriesgado, si no suicida. No obstante, lo que para algunos representa una situación catastrófica, para otros puede suponer una oportunidad de negocio.
Expresado de esta manera a cualquiera le viene a la mente modelos de negocio que están consiguiendo buenos resultados en estos tiempos aciagos. ¿Quién no ha pensado en las cadenas de comida rápida o negocios basados en la filosofía «móntelo Ud. mismo»?.
Obviamente, aunque el modelo de negocio condiciona en gran medida el éxito de una aventura empresarial, no tiene por qué ser determinante. La habilidad para minimizar los gastos, prescindir de los stocks, conocer y utilizar canales de publicitación y/o distribución eficaces, y el concurso de colaboradores con los que crear sinergias para distribuir esfuerzos y ofrecer productos o servicios mucho más interesantes, puede hacer que un negocio sea extremadamente competitivo. Y de eso se trata.
Naturalmente existen una serie de principios que han de tenerse en cuenta ya sea en un negocio emergente como en uno ya consolidado; planificación, análisis, conocimiento de la competencia y del nicho de negocio, capacidad de reacción, etc. Aún así frente a las colosales y costosas estructuras convencionales, muchos negocios emergentes están creando modelos muy flexibles y eficaces, capaces de competir con éxito en prácticamente cualquier área. Hay que entender que en muchos casos es más fácil comenzar desde cero a partir de una buena planificación, que modificar la forma de operar de un negocio ya en marcha. Y, aunque este último caso es perfectamente viable, generalmente resulta mucho más costoso y termina repercutiendo en el nivel de competitividad.
Y por último, considerar que el talento, la iniciativa y la innovación unidos son capaces de sortear prácticamente cualquier obstáculo que se encuentre en el camino, pero que desgraciadamente existe un cuarto factor que ha de considerarse indisociablemente junto a los tres primeros; La financiación. Para superarlo es necesario disponer de un tipo de talento especial; la persuasión.
1 comentarios
Gran artículo. Una idea innovadora, un equipo humano bien estructurado y los recursos imprescindibles es lo que se necesita para emprender.
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