En los últimos meses, Facebook ha realizado numerosas modificaciones para no perder la estela de otras redes sociales. Por ejemplo, en el uso de las mismas en referencia a la televisión, donde Twitter es el líder absoluto.
Además, Facebook ha hecho grandes cambios en lo que respecta a su algoritmo, como la disminución del alcance de sus páginas, y que claramente trata de fomentar la inversión publicitaria para monetizar “su mercado” de más de 1.000 millones de usuarios.
Aunque en este post no vamos a tratar esas medidas.
En este caso, la última iniciativa sobre la que vamos a realizar una reflexión es la inclusión de Tendencias, al más puro estilo de Twitter, pero destacando sólo 4 temas.
Se trata de una huía hacia delante de otra iniciativa que no ha cuajado: el uso de ‘hashtags’. Muchas empresas empezaron a utilizar las etiquetas para que se siguieran los temas etiquetados y, a los pocos meses de haberla implantado, parece no haber aumentado el engagement de los usuarios. En algunos casos, se ha hablado de estrepitoso fracaso.
¿Por qué fallaron los ‘hashtags’ y, probablemente, fallarán las “nuevas tendencias”?
Una de las razones que apuntaba al intento fallido de los ‘hashtags’ era que los usuarios no realizaban búsquedas desde la propia red social. En este sentido, tiene mucha lógica que Facebook implante ‘Trending Topics’ y así poner “en bandeja” a los usuarios qué temas seguir, sin necesidad de buscarlo.
Ahora bien, el problema de Facebook es mucho más profundo y es la causa de lo mencionado en el párrafo anterior. A nuestro entender, Facebook no está actualmente diseñada para que los usuarios mantengan conversaciones públicas.
Siguiendo la comparación con Twitter, podemos ver por qué el intento de imitar a la red de microblogging en este aspecto es casi inviable, por varios motivos:
- Twitter es una red caracterizada por su dinamismo, mientras que las publicaciones de Facebook tienen un carácter mucho más estático.
- Facebook ha sido la primera red social de la mayoría de usuarios, por lo que es normal que sufra cierto agotamiento.
- Los usuarios distinguen perfectamente lo privado y lo público en Facebook. La mayoría de usuarios tiene su perfil cerrado, mientras que en Twitter hay muy pocos usuarios con “el candado”.
De esta manera, una empresa que pretenda escuchar a los usuarios para conocer su opinión y poder actuar en consecuencia sólo podrá monitorizar conversaciones en páginas de Facebook. Algo que no es necesario en Twitter, ni mucho menos.
Además, Facebook cuenta con un hándicap añadido y es que ya está establecido como la red social “más personal” y es a la que más se vigila por sus políticas de privacidad. Sería complicado que esos usuarios que ahora tienen su perfil cerrado decidieran abrirse a toda la Red.
Esto no significa que Facebook esté herido de muerte y no tenga solución, tal y como vienen anunciando. Sin ir más lejos, hoy.
Sin embargo, creemos que tiene dos caminos, quedarse como estaba y ser ese “espacio personal dentro de la red” o renovar claramente su diseño y enfocarlo decididamente hacia la conversación en público.